Tras la visita al World Olive Oil Exhibition celebrado en pabellón 1 de IFEMA (Madrid) he sacado en conclusión unos términos que pueden explicar tanto la visita como el sentido de la exposición.
En primer
lugar, el Consumidor inteligente hace referencian a que a la hora de comprar
el producto se tiene que tener en cuenta algunos aspectos como el embotellado,
la denominación o la providencia e informarse y comprar aquellos productos que sean
de clara calidad, en cambio, es la contraparte del fenómeno que se da en la
sociedad, el consumidor adquiere el aceite que las marcas se encargan de dar a
conocer a través de técnicas marketinianas no del todo claras y veraces. Es decir,
el comprador se guía por aquellas marcas de repercusión y de bajo coste sin
importar la calidad.
En referencia
a lo último, el slogan que algunos centros lanzan como “la calidad no es cara” son totalmente engañosos para una sociedad
poco formada en este sector. Claramente quien quiere calidad ha de pagarla. Además,
aquellas empresas que distribuyen mayor cantidad corren el riesgo de que no
todos sus productos sean de calidad, en cambio, si la producción es menor se
puede atender más y comprobar su buen estado.
Uno de
los mayores engaños que se dan en los supermercados en relación con el aceite,
son los conocidos como suave e intenso, estos NO son aceites de calidad, es
más, son aceites refinados con tratamientos químicos con los que se intentan
recuperar algunas propiedades que han perdido debido a que son malos aceites o
el embotellamiento no es el adecuado. Para que un aceite sea extra virgen se
deben recoger las aceitunas al vuelo y o del suelo, se les debe hacer un
tratamiento y un proceso especial.
Otro
término aprendido tiene relación con los productos ecológicos, muchas
empresas del sector utilizan medios de producción ecológicos y respetuosos con
el medio ambiente, eliminando productos químicos o perjudiciales en el cultivo
de la aceituna o en el proceso de producción del aceite. Para obtener la denominación
ecológica se deben cumplir una serie de requisitos que suponen tiempo y un
desembolso económico importante, por lo que algunos productores prefieren no
tenerlo aunque sus productos sean de ese tipo.
Todo
esto guarda cierta relación con el periodismo, ya que hay muchos medios que se
hacen eco de estos términos para informar y formar a los consumidores. También se
encuentran revistas especializadas como Mercacei magazine quien se encarga de
cubrir los aconteciendo del sector, noticias relevantes etc.
En conclusión,
gracias a esta visita y a las explicaciones de algunos productores, he
aprendido mucho sobre este mundo y como los consumidores nos dejamos llevar por
lo económico y por lo que nos intentan vender las marcas. Deberíamos estar más
atentos a estos engaños y saber que adquirir, aunque sea más caro, para que no
afecte a nuestra salud o bien estar.
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